(Miaminews24).- Por primera vez en más de 21 años, no hay un Regalado en un cargo electo en Miami. La semana pasada, Francis Suárez juró el cargo y Regalado, ex periodista convertido en político, se convirtió en un ciudadano privado quien por primera vez desde 1996 tratará de ver qué hace con su vida que no sea relacionado a un cargo público.
A los 70 años, Regalado habla sobre este capítulo de su vida como si fuera el último, discute el pasado como material de un libro de recuerdos y el futuro en términos de “si estoy vivo”.
“Es como dijo Nixon”, dijo Regalado cuando fue a la recepción a recibir a un reportero. “Ya no tendrán que darme más patadas”.
Y uno tendría que perdonar a Regalado por mostrarse a la defensiva, porque ha pasado por tiempos mejores.
Lo que pudiera ser su mayor logro como alcalde —rescatar a la ciudad de un inminente colapso financiero en el 2010— ha sido socavado este año por varios fallos judiciales que echaron atrás las reducciones que su gobierno impuso a la paga y la pensión de los empleados durante la recesión.
El mes pasado, el mayor fondo de pensión de la ciudad advirtió que debía casi $250 millones.
Su familia está en una racha perdedora después que su hija e hijo perdieron elecciones a la alcaldía condal y a la Comisión de Miami, respectivamente.
Desde la perspectiva de Regalado, el futuro se ve bien.
Acaba de ver a los electores aprobar fácilmente su iniciativa de un bono de deuda de $400 millones para el proyecto Miami Forever, que da a la ciudad casi $200 millones para combatir el aumento del nivel del mar, $100 millones para la construcción de viviendas y el fomento económico, y otros $100 millones para varios proyectos adicionales.