(Miaminews24).- El alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, reclamó hoy que la oposición venezolana se reorganice, resuelva sus «contradicciones», haga autocrítica, se «depure» para saber quiénes son sus miembros de verdad y se una para plantar cara al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Si la oposición no es capaz de una estrategia atinada, puede tener la mayoría, pero dará «saltos en el vacío», avisó el opositor venezolano en una comparecencia de prensa en la capital de España.
Ledezma llegó el sábado a Madrid desde Colombia tras salir de Venezuela, donde cumplía arresto domiciliario desde 2015 acusado de conspiración y asociación para delinquir, aunque no había sido juzgado.
El alcalde negó que huyera a un «exilio dorado», sino que es un «perseguido que se liberó» para trabajar y recorrer el mundo «sin tregua» y denunciar la «terrible tiranía» de Maduro.
La crisis política, social y económica de Venezuela es «inimaginable», añadió.
En otra rueda de prensa, el ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, dijo que el caso de Ledezma demuestra el «drama» en el que viven «multitud de venezolanos».
Ledezma planea reunirse con el secretario general de la Organización de Estados americanos (OEA), Luis Almagro, parlamentarios de Estados Unidos y realizar una gira por Suramérica. En España, quiere que se constituyan lo que él llama «anfitriones del exilio» en casa de venezolanos residentes aquí.
«Prepárate, Maduro, porque vas a vas a oír roncar los motores de la oposición (…) y la verdad», enfatizó.
Señaló que ahora puede ser más útil en España, pero no podrá sentirse libre mientras no salgan los «presos políticos» de la cárcel, ya que «todos corren peligro», y se deje de acosar a medios de comunicación, empresas y ciudadanos.
También se dirigió a la Unión Europea (UE): «No nos dejen solos y sigan sancionando a los narcotraficantes», pidió en referencia al Gobierno de Venezuela. Y la comunidad internacional tiene que «detenerlos y procesarlos».
En medio de gran expectación mediática, explicó que algunos guardias nacionales «colaboraron» espontáneamente en su salida de Venezuela y que muchos militares sienten «vergüenza» de lo que ocurre en el país.
Aseguró que decidió irse porque le llegó la información de que iba a ser «secuestrado», en alusión a las fuerzas de seguridad pero sin mencionarlas explícitamente, y que se iba a responsabilizar de ello a un «comando paramilitar colombiano».
«Había también la idea de revocar el beneficio de casa por cárcel y llevarme a la tumba. Creo que, encerrado en la tumba (…), yo no soy útil como puedo comenzar a serlo desde el exilio», dijo.
Reconoció que contó con un «equipo» que lo ayudó a salir, aunque eran más los riesgos que la posibilidad de llegar a Colombia.
A preguntas de la prensa, señaló que no pedirá asilo en España, aunque habló de este asunto el sábado con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
La idea sería, explicó Ledezma, encontrar una «figura» jurídica que le permita, desde España, moverse por todo el mundo denunciado los «abusos» en Venezuela, y que su familia esté protegida.
Sobre a la posibilidad de un gobierno de transición con un presidente en el exilio, respondió: «Yo no hablo de fantasías».
Piensa más bien en uno de transición de unidad nacional y concentración en Venezuela, con distintos sectores, en el que desempeñe un papel «la reserva moral» de las fuerzas armadas.
«Primero hay que reconocernos unos a otros. El chavismo es parte de Venezuela con sus pecados y equivocaciones, pero existe», apuntó, a la vez que aseguró también que la oposición venezolana no ha ganado nada en la «parodia» de diálogo con el Gobierno, «sino más muertos, más presos y persecución».
Preguntado específicamente por el papel mediador del expresidente del Ejecutivo español José Luis Rodríguez Zapatero, Ledezma consideró que «no da la talla», pues «todas las jugadas las ha ganado el Gobierno» venezolano.
Reveló que Luis Almagro lo telefoneó el año pasado, al inicio del diálogo en Santo Domingo, para advertirle de que había montada una «trampa» para que afloraran las «diferencias» entre opositores y Maduro ganase «tiempo».
Sobre la comparación con el proceso de paz colombiano, enfatizó: «No somos un movimiento guerrillero, no tenemos fusiles».
Ledezma llegó acompañado de su esposa, Mitzy Capriles, llevando la bandera venezolana. Estuvieron, entre otros, el expresidente de Colombia Andrés Pastrana y el líder del partido español Ciudadanos (liberales), Albert Rivera, quien advirtió contra las «fisuras» en la oposición.
Con información de EFE.
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