(Miaminews24).- El asesino vestía una chaqueta Ecko, con un letrero que dice Kill Batman en grandes letras blancas en la manga izquierda y otro que dice Ha Ha escrito en la espalda. La capucha cuando se cierra, es la cabeza del Joker, en la versión del actor Heath Ledger.
El jueves por la noche, la policía hizo un arresto, de acuerdo con CBS4, asociado noticioso del Miami Herald.
En la mano derecha llevaba una pistola semiautomática de color negro.
El hombre con ese disfraz es un asesino, dijo la policía. Dillon Bud Calvin Steve, de 26 años, fue asesinado a tiros, cuando sacaba dinero de un cajero automático en un banco de North Miami Beach.
Los detectives piensan que el sospechoso siguió a la víctima, aunque también consideran lo sucedido como un delito de oportunidad.
“Vamos a atrapar a este desalmado”, dijo el comandante de la policía de North Miami Richard Rand. “Vamos a seguirle el rastro. Es un crimen absolutamente atroz”.
Calvin Steve resultó asesinado poco antes de las 9 p.m. del miércoles tras detenerse en el cajero automático que queda en la parte trasera de un Bank of America ubicado en el 1199 NE 163 Street. Su madre estaba sentada en el asiento del pasajero.
Según la policía, Calvin Steve se bajó de su automóvil y se dirigió a la máquina cuando el pistolero lo sorprendió por atrás.
Poco más tarde, dijo Rand, el asesino escapó a pie. Rand dijo que el hombre le robó a Calvin Steve, pero no quiso decir qué cantidad de dinero se llevó.
Tras escuchar los disparos, empleados y clientes de un restaurante cercano corrieron al lugar para tratar de salvar a Steve, que fue llevado por los rescatistas al Hospital Aventura, donde murió durante la cirugía. Rand dijo que hay más testigos del crimen.
La familia hasta el momento ha preferido permanecer en silencio. La policía le solicitó el video al banco el jueves por la tarde.
Hasta ahora, la policía no ha querido decir cuántos disparos se hicieron ni cuántos alcanzaron a la víctima.
“Para su desgracia”, dijo el detective Juan Pinillos, “no logró ocultar la cara”.
Fuente: El Nuevo Herald