(Miaminews24).- Un agente deportivo y un entrenador de béisbol convictos por operar una sofisticada y a veces violenta red de contrabando humano que traía a peloteros cubanos a Estados Unidos fueron sentenciados este jueves a prisión.
La jueza federal Kathleen Williams impuso una sentencia de casi cuatro años de prisión para el agente Bartolo Hernández y de poco más de cinco años al entrenador Julio Estrada. Ambos fueron hallados culpables por un jurado federal en marzo de conspiración y contrabando de personas, en un juicio en el que declararon varios jugadores de las Grandes Ligas que les pagaron una porción de sus lucrativos contratos.
Durante una audiencia de cuatro horas, Williams escuchó de numerosos amigos y familiares de los dos hombres sobre cómo ambos son allegados de la mayoría de los jugadores que trajeron a Estados Unidos y lo involucrados que están con el béisbol infantil en Florida. Williams catalogó a ambos como “paradojas”, porque son figuras comunitarias y contrabandistas de personas.
Pero dijo que el caso, que fue concluido un día después del final de la Serie Mundial, es realmente muy simple.
“Este caso no se trata de sueños cumplidos. Ciertamente no se trata de amor al deporte. Se trata de dinero, millones y millones de dólares”, dijo la jueza.
Hernández, Estrada y los miembros de la red de contrabando humano recibieron unos 20 millones de dólares por contratos de peloteros cubanos que totalizaron unos 230 millones, dijo el fiscal federal Ron Davidson.
“La verdad es que estos acusados corrompieron a jóvenes. Trataron de corromper el proceso”, dijo Davidson.
Hernández y Estrada deberán entregarse el 14 de diciembre para comenzar a cumplir sus sentencias.
La evidencia presentada en el juicio mostró que una operación de contrabando que llevaba a cubanos de la isla a México se volvió en el 2009 en una plataforma para un contrabando mucho más lucrativo de peloteros. Personas involucradas en la red declararon que era dirigida por Hernández y Estrada y tenía conexiones con el violento cartel mexicano de drogas “los Zetas”.
Los cubanos eran llevados de Cuba a México o Haití por embarcaciones rápidas, firmaban documentos de residencia en sus nuevos países y eventualmente podían firmar contratos con equipos de Grandes Ligas. Los fiscales les mostraron a los jurados cuántos de esos documentos contenían información falsa, tales como empleos inexistentes para los jugadores y documentos de viajes falsificados.
Uno de los jugadores, el toletero de los Medias Blancas de Chicago José Abreu, declaró que se comió pedazos de su pasaporte haitiano falso cuando volaba a Estados Unidos en 2013 porque temía repercusiones si aterrizaba en Miami con un documento falso.
Con información de AP.
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