Estados Unidos y Asia copan el 56% del refino mundial

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(Miaminews24).- La demanda mundial de energía creció tan solo un 1% en 2016, siendo el petróleo, el carbón y el gas natural -por este orden- las principales fuentes de energía que alimentaron la economía mundial. En conjunto, representaron el 85% del consumo mundial energético el pasado año. Mientras que la participación de estos tres combustibles en el consumo de los países miembros de la Unión Europea (UE-28) fue del 76%, el carbón se convirtió en la principal fuente de energía consumida en China e India.

Por su parte, la demanda mundial de productos de refino aumentó de 96,1 millones de barriles al día a 96,5 millones en 2016. Aunque el mercado europeo sigue descendiendo, continúa siendo el segundo más grande del mundo, con una cuota del 15%, por detrás de América del Norte, que representa el 25%. China, Oriente Medio y África registran un crecimiento continuo en la demanda de este tipo de productos.

Si comparamos el rendimiento de las refinerías a nivel mundial con la demanda de productos derivados del petróleo, la mayoría de las regiones dependen de las importaciones para cumplir con la demanda de mercado, a excepción de Rusia, que al tener una balanza comercial positiva, le proporciona un papel clave en el suministro de la demanda de otras regiones.

Estos son algunos de los datos del Informe Estadístico 2017 elaborado por FuelsEurope. Según el estudio, la demanda total de petróleo en la UE-28 ascendió a 626,1 millones de toneladas en 2016, lo que representa un ligero aumento de cerca del 1% en comparación con 2015. La mayoría de los Estados miembros de la UE registraron un aumento en la demanda de petróleo. La mayor subida se produjo en Eslovaquia (5%) y Polonia (3.5%), mientras que la mayor caída se registró en la República Checa (-5%) y Hungría (-3.7%).

Situación del refino

La capacidad mundial del refino se ha mantenido prácticamente constante en 2016, con un crecimiento del 0.5% respecto al año anterior, según datos de FuelsEurope. Por zonas geográficas Asia Pacífico, con un 33.7%, y América del Norte, con un 22.7%, concentran más de la mitad de la capacidad de refino. En tercera posición está la zona de Europa y Eurasia (excluida Rusia), a pesar de haber disminuido del 17.7% en 2015 al 17.3% en 2016. Para el período 2016-2040, el informe estima que las refinerías invertirán más de 1,500 billones de dólares a nivel global, de los que cerca de 900,000 millones se destinarán a tareas de mantenimiento y cambio de la capacidad y alrededor de 265,000 millones irán a proyectos existentes.

Desde 2009 se han cerrado en Europa un total de 16 refinerías de casi el centenar que operaban en el continente. Según el informe, la capacidad de refino de las 82 refinerías operativas a finales de 2016 fue de 704 millones de toneladas anuales, lo que supone una caída de unos 70 millones de toneladas desde 2010. Entre 2007 y 2014, la tasa de utilización de las refinerías de la UE disminuyó del 87 al 78%. A partir de 2015, se observó un cambio de tendencia, donde el porcentaje de utilización subió hasta el 85%. Por otro lado, el sector del refino en la UE está estrechamente integrado con el sector petroquímico. Gran parte de la materia prima de la industria petroquímica se basa en productos refinados, tales como nafta y gases del petróleo.

Respecto al tema emisiones, el suministro de energía y la industria representaron casi el 40% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la Unión Europea en 2014. Por su parte, las emisiones de CO2 también han disminuido desde 2007. En 2014, la Unión Europea representó el 9.6% de las emisiones mundiales de CO2 y se espera que represente solo el 5.4% para 2040.

El informe también señala que, desde 2009, la industria en Estados Unidos ganó una gran ventaja sobre la europea debido al shale oil. En los últimos años, la industria estadounidense tiene una gran ventaja competitiva por los bajos precios de la electricidad. Mientras que la industria europea se enfrentó a un aumento del precio de la energía del 80% entre 2005 y 2014, el precio de la electricidad para la industria estadounidense solo aumentó en un 20% durante el mismo período. Sin embargo, desde mediados de 2014, los precios de la electricidad en la Unión Europea cayeron y la diferencia con las refinerías estadounidenses se ha reducido significativamente.

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