(Miaminews24).- La inflación sigue dando quebraderos de cabeza a la Reserva Federal (Fed). El indicador interanual de precios del consumo aumentó tres décimas hasta el 2,2% en septiembre, y una décima hasta el 0,5% en la variación mensual, aunque se quedó por debajo del 0,6% que proyectaba el consenso de analistas.
Los datos publicados por la oficina de estadísticas apuntan en esta dirección. El repunte de los precios se produce por el encarecimiento de la gasolina, cuyo índice reflejó un incremento del 13,1% y representó tres cuartas partes del repunte de la inflación. La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos no elaborados, se mantuvo en el 1,7% por quinto mes consecutivo, por debajo del objetivo del 2% de la Fed.
Precisamente, este miércoles se publicaron las actas de la última reunión del banco central estadounidense que preside Janet Yellen. El documento mostró la división en el seno del Comité (FOMC, por sus siglas en inglés) en torno a la evolución de la inflación, una de las dos metas dentro del objetivo dual de la Fed junto con el pleno empleo. «Muchos participantes mostraron su preocupación de que las bajas estadísticas de inflación pudieran estar reflejando no sólo factores transitorios sino también la influencia de elementos persistentes».
Es decir, algunos miembros de alto nivel de la autoridad monetaria han mostrado abiertamente su preocupación por una trayectoria «muy plana» de la inflación, a pesar de los reducidos niveles de desempleo y de que la economía encadena ya 99 meses consecutivos de crecimiento económico. Por ello, la probabilidad otorgada a una nueva subida de tipos en 2017, que el mercado contemplaba parcialmente para diciembre, ha disminuido desde el 87% hasta el 81%, según el indicador FedWatch de CME.
Ya hace dos semanas, Yellen reconoció que el banco central podría estar equivocado sobre la tendencia de las presiones inflacionistas: «Mis colegas y yo hemos podido malinterpretar la fortaleza del mercado laboral, el grado en el que las expectativas de inflación a largo plazo es consistente con nuestro objetivo de inflación, e incluso las fuerzas fundamentales que dirigen la inflación», admitió en un discurso titulado ‘Inflación, incertidumbre y política monetaria’, pronunciado ante la ‘National Association for Business Economics’ de la ciudad de Cleveland, en Ohio, EEUU.
«Algunos miembros pensaron que no se necesitan más aumentos de tipos a corto plazo, y si los hay deberían ser muy superficiales», expresaron en la misma línea las actas publicadas esta semana. Éstos participantes reclamaron una «prueba firme» que muestre que la inflación va por el camino adecuado de consolidar su crecimiento antes de apretar el gatillo. Es decir, una prueba que no se produce con la lectura de inflación de septiembre.
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