(Miaaminews24).- El ex cirujano plástico del sur de la Florida Mark Schreiber, tristemente célebre por realizar desastrosas operaciones de cirugía plástica durante décadas, regresó a la cárcel, en esta ocasión por fallidos procedimientos para levantar el trasero y agrandar el pene hechos en Miami que salieron estruendosamente mal.
Schreiber llegó a un acuerdo y tendrá que cumplir 44 meses tras las rejas acusado de dos cargos de practicar la medicina sin la licencia requerida.
Cuando salga libre, el ex médico de 62 años deberá pagar una multa de $145,000 por daños de restitución a la víctima del implante de glúteos, según el acuerdo al que se llegó la semana pasada en una Corte de Circuito del Condado Miami-Dade.
Los peligros de las inyecciones de silicona en el sur de la Florida provocaron cintillos de prensa en todo el país en el 2013 cuando una popular personalidad del sector radial en español de Miami, Betty Pino, murió debido a las complicaciones de un procedimiento que realizó otro médico para quitarle la sustancia de los glúteos que se le había inyectado con anterioridad.
Schreiber tiene amplios antecedentes de encarar problemas médicos que se remontan a junio de 1998, cuando el Departamento de Salud de la Florida decidió retirarle la licencia al médico del Condado Palm Beach luego que hizo dos operaciones que fueron un fracaso; una para alargar el pene y otra de cirugía plástica en la que murió un paciente de 51 años.
Cuatro años después, Schreiber volvió a ser investigado por el departamento de salud cuando el urbanista de 73 años Ralph DiGiovanni murió de un ataque cardíaco dos días después que se sometió a una cirugía plástica del cuello en la consulta del doctor.
Su práctica ilegal llegó a su máxima expresión en el 2005 cuando un sinfín de pacientes se quejaron públicamente sobre su trabajo.
Ese año, se le suspendió de nuevo la licencia cuando una mujer se quejó de que la manoseó indebidamente durante una cirugía. De todos modos, Schreiber siguió practicando la medicina, hasta que se vio obligado a entregar su licencia un año más tarde.
Poco después la policía lo arrestó y él accedió a cumplir dos años de cárcel por operar ilegalmente a cuatro mujeres diferentes. Posteriormente fue demandado, junto al Hospital Bethesda Memorial de West Palm Beach, por una atroz cirugía que le dejó a una mujer unas cicatrices terribles. En abril de 2016, un jurado le otorgó a la mujer una compensación e $7.7 millones.
Después de haber salido de la cárcel en el 2010, Schreiber continuó practicando de manera encubierta, de acuerdo con la fiscalía. No tardó mucho en ser arrestado en Broward por varios cargos de posesión de drogas, donde aceptó un acuerdo con los fiscales.
En Miami-Dade, Schreiber fue acusado en una corte estatal por unas inyecciones que suministró en la clínica ya desaparecida Bella Beauty Spa, donde a cientos de mujeres se les inyectó en los glúteos un tipo de silicona ilegal.
La clínica del oeste de Miami-Dade era propiedad de Maribel Jiménez, quien recientemente fue condenada a seis años en una penitenciaría federal por importar la silicona desde Colombia. Otra empleada del spa, Magaly del Rosario fue posteriormente sentenciada a cuatro años y ocho meses en una prisión federal.
El pasado abril, un juez de Miami-Dade le ordenó a Jiménez y Schreiber pagarle $818,000 en daños a una antigua paciente de Bella Beauty que sufrió lesiones permanentes por culpa de un funesto procedimiento para levantamiento de los glúteos. Schreiber fue acusado en una corte estatal, y deberá pagarle $145,000 a Stephanie Rodríguez, la víctima de la desafortunada cirugía.
Schreiber también se declaró culpable en el caso del procedimiento para agrandar el pene, aunque el proceso enfrentó dificultades ya que la víctima se negó a testificar en público.
Fuente: David Ovalle/ Miami Hearld