(Miaminews24).- En su último día en Colombia, en la ciudad de Cartagena de Indias, el papa Francisco sufrió un pequeño accidente al golpearse contra el vidrio del papamóvil.
El golpe fue en la cabeza y le causó una pequeña herida en la ceja izquierda que sangró y manchó visiblemente la esclavina blanca.
Esto se produjo cuando el papa intento saludar a un niño pequeño.
Inmediatamente, el jefe de seguridad del Vaticano, Domenico Giani, le ha enjugado la sangre que fluía de la ceja, lo curó y aplicó un poco de hielo. Minutos después continuó con sus actividades con normalidad.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, ha comentado poco después que «el Papa está bien. Es una herida en el pómulo izquierdo y la ceja, al golpearse en el papamóvil.
Le están aplicando hielo justo ahora».
Poco después, aunque la hinchazón seguía siendo visible, el Sumo Pontífice se encontraba de muy buen humor
Incluso cuando una periodista de Caracol Radio le preguntó por el golpe este dijo «Me dieron una puñada (puñetazo)».
Con una sonrisa prosiguió con su visita en la casa de una humilde mujer a la que visitó en el barrio San Francisco de la urbe caribeña.
Allí, tras el rezo del Ángelus, el Papa dijo que «reza por cada uno de los países de Latinoamérica y de manera especial por la vecina Venezuela».
«Expreso mi cercanía a cada uno de los hijos e hijas de esa amada nación, como también a los que han encontrado en esta tierra colombiana un lugar de acogida», agregó
«Desde esta ciudad, sede de los derechos humanos, hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad», dijo el papa.
El llamamiento sobre Venezuela se esperaba desde el inicio del viaje por la cercanía de Colombia y la cantidad de venezolanos que emigran a este país.
Fuente: MiamiDiario
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