(Miaminews24).- Tal como muchos esperaban, el presidente Donald Trump suspende el plan conocido como DACA, que protege de la deportación a miles de jóvenes indocumentados, si bien la anulación entrará en vigor dentro de seis meses en espera de una solución legislativa que debe decidir el Congreso de la nación.
De hecho, el Presidente pone en manos de los legisladores la tarea de solucionar el grave problema que afecta a quienes llegaron a este país de la mano de sus padres cuando eran menores y no tienen aún un estatus migratorio seguro.
“Esta decisión no significa que esos jóvenes sean malas personas o que sean despreciados de alguna manera»
Esto significa que ejecutamos las leyes apropiadamente, tal como el Congreso las ha dictado”, argumentó el secretario de Justicia, Jeff Sessions, al anunciar el fin de la orden ejecutiva del expresidente Barack Obama.
Que fue promulgada en 2012 y confirió a unos 800.000 jóvenes indocumentados permiso para permanecer en el país y trabajar, y, en algunos estados, una licencia de conducir.
No obstante, los jóvenes beneficiarios podrán renovar los permisos antes del 5 de octubre momento en el que ninguna nueva petición será aceptada, según informaron varios medios de comunicación.
Session incluso dedujo que la decisión era “compasiva”, tal como el Presidente “aseguró que sería”, porque trata de implementar una ley, acorde a la tradición de la nación.
«Lo compasivo es acabar con esta anarquía, implementar nuestras leyes y si el Congreso elige hacer cambios en nuestras leyes, hacer eso a través del proceso establecido», recalcó.
Sin embargo, Obama opina lo contrario y califica la suspensión de “cruel”
“Apuntar a estos jóvenes es un error porque no han cometido ningún error”, declaró el expresidente a través de su cuenta en Facebook.
“Es una medida autodestructora porque inhibe a esos jóvenes de emprender sus negocios, de ser parte de los equipos de nuestros laboratorios y de servir en el Ejército, y de esta manera contribuir con el país que todos amamos. Y es cruel”, recalcó.
Obama reconoció que los asuntos de inmigración despiertan pasiones y resulta ser un tópico controversial.
“Todos queremos seguridad, fronteras seguras y una economía que sea dinámica, y gente de buena voluntad puede estar en desacuerdo con la manera que otros quieren arreglar las cosas.
Pero eso no es lo que la Casa Blanca ha hecho
Hablamos de jóvenes que fueron traídos a nuestro país, menores que han estudiado en nuestras escuelas y comenzado carreras, patriotas que han jurado lealtad a nuestra bandera.
Los dreamers son estadounidenses de corazón, en sus mentes, menos en un solo lugar: en los papeles”.
Fuente: DLA
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