(Miaminews24).- Dos años atrás cuando Adam Gase y Jay Cutler trabajaban juntos en Chicago, Gase, entonces el coordinador ofensivo de los Bears, recibió la orden de proteger el ovoide y hacer correr el reloj porque la defensiva de Chicago estaba diezmada por las lesiones y virtualmente no podía frenar a nadie.
Por lo tanto, el trabajo de Gase era en parte proteger a la defensa reteniendo el ovoide y acortar el partido para mantener a la defensiva de los Bears fuera de la cancha, y así darle más posibilidades de ganar al equipo.
Esa definitivamente no va a ser la estrategia en el reencuentro en Miami de Gase y Cutler.
Con el talento de la defensiva de los Dolphins, Gase suponía que podía dar rienda suelta a todas las habilidades de Cutler y anotar puntos rápido y en cantidades.
Bueno, el jueves en el partido de pretemporada en el Lincoln Financial Field, que los Dolphins perdieron 38-31 contra los Eagles, sugiere que la propuesta necesitaría ser tomada en consideración.
No es que Cutler, con apenas dos semanas en los Dolphins de Gase, no esté preparado para el desafío. El quarterback luce enfocado, listo para disparar si es que el entrenador así lo quiere.
El problema, basado en los que vi la noche del jueves y en los dos días de prácticas contra los Eagles, es que la defensiva de Miami -particularmente la defensa contra los pases- tiene agujeros significativos. Y problemas significativos.
Hubo momentos en el partido en los cuales los receivers de los Eagles corrieron desmarcados en el patio trasero de los Dolphins. Hubo momentos en que la cobertura fue ta pobre que resultaron en primer down o en touchdowns.
Uno de esos momentos se produjo cuando el quarterback de Filadelfia Carson Wentz realizó un pase de 50 yardas a Torrey Smith. El cornerback Byron Maxwell se fue encima de Smith en la cobertura inicial y eventualmente lo dejó para que lo tomara el safety Reshad Jones. Excepto que Jones no lo esperaba o simplemente no quería cubrirlo porque aparentemente pensaba que en ese momento había otra cobertura.
De pronto Jones increpaba a Maxwell mientras Smith anotaba.
Y Jones continuaba con el sermón a Maxwell mientras los dos enrumbaban a la banca del equipo de Miami luego de la anotación.
“Fallamos en la ejecución”, comentó Gase.
Sería entendible si hubiese sido un caso aislado. Estas cosas pasan, particularmente en la pretemporada. Pero esto ocurrió muchísimo durante esta semana. Y esto continuó ocurriendo durante el partido, cuando los tight ends fueron dejados sin marcación y otros receivers fueron pobremente cubiertos. En un punto, el problema con la defensiva de Miami fue tan evidente que los Eagles anotaron un touchdown luego de un avance de 53 yardas.
Ese ataque de los Eagles fue con sus reservistas contra la defensiva abridora del conjunto de Miami.
Y el quarterback en esa ofensiva fue el tercero del equipo Matt McGloin, quien jugaba por el lesionado reservista Nick Foles.
Malo.
El lado brillante fue que la ofensiva de Miami trató a los Eagles con la misma rudeza como fue tratada su defensiva.
Cutler lució afilado pese a que tuvo un fumble. Completó 5 de 8 pases para 105 yardas y un touchdown. La pérdida del ovoide se produjo cuando el left tackle Laremy Tunsil simplemente no bloqueó y permitió que el defensa entrerrara su casco contra el riñón de Cutler.
“Veo que él [Cutler] se encuentra ahora en un buen ritmo”, afirmó Gase. “Solo debemos ser consistentes. No queremos los turnovers. Esa es mi responsabilidad; fue una mala orden de mi parte. Eso lo puso en un mal lugar”.
Lo intrigante acerca de la noche de Cutler es que él quiere lanzar esos bombazos. Cuando puede busca al receiver que está más al fondo, y no tiene miedo de seguir esa dirección incluso cuando dicho receiver puede estar marcado.
El QB no tiene miedo o es un tonto- dependiendo de la jugada- o quizás ambas cosas.
(Digo sin miedo en esta columna porque Cutler lanzó a receivers con marcación o doble marcación y no fue interceptado, y por el contrario resultaron en grandes jugadas de Miami. Me reservo el derecho de preocuparme si esta es siempre una aproximación sabia en el caso de que empiece a lanzar un montón de intercepciones).
Cutler realizó uno de esos pases a DeVante Parker, que estaba marcado por el cornerback de los Eagles Ronald Darby. Parker superó a Darby y cogió el ovoide en el aire. Luego corrió y ganó en total 72 yardas.
Cutler ya había mostrado que le gusta lanzarle el ovoide a Parker. Le hizo un par de pases al receiver la semana pasada, incluyendo uno de 31 yardas que fue anulado por un penalty, lo cual sugiere que ambos a estas alturas no solo se tienen confianza sino química.
Por lo tanto la ofensiva de los Dolphins con Cutler puede ser una atractiva combinación de Jay Ajayi rompiendo los tackles y Jay Cutler quebrando las reglas de los lanzamientos a receivers marcados. ¡Dos Jays!
Aquello puede producir partidos muy entretenidos, pero solo si el secondary de los Dolphins encuentra la fórmula para marcar a los receivers rivales.
Con información de NH.
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