(Miaminews24).- «Los amo a todos para siempre. Eso es todo», fueron las últimas palabras que pronunció Taichin Preyor antes de recibir la inyección letal en la prisión de Huntsville, en Texas. Había sido condenado a muerte por haber matado a su propia vendedora de drogas en 2004 en la ciudad de San Antonio.
Preyor, un afroamericano de 46 años, fue declarado muerto a las 21.22 hora local, según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas. Antes de ser ejecutado, también quiso citar una frase de la activista y líder de derechos civiles Coretta Scott King, esposa de Martin Luther King: «La justicia nunca ha progresado llevándose una vida».
En 2005 un jurado validó la tesis de que Preyor irrumpió en la madrugada del 26 de febrero del año anterior en el apartamento de Jami Tackett, una chica que solía venderle crack, droga a la que este era adicto desde su adolescencia.
Tackett, de 24 años, dormía con su pareja, Jason Garza, de 20, en ese momento.
Aunque los planes de Preyor eran entrar a robar, una vez ahí atacó a Garza, que logró escapar en busca de ayuda, y luego apuñaló a Tackett y le cortó la garganta.
El hombre huyó del apartamento en el que Tackett se estaba desangrando, pero una vez en su vehículo se dio cuenta de que en el forcejeo se le habían caído las llaves, por lo que volvió para buscarlas.
En su segundo intento de huida se encontró de frente con la Policía, alertada por los vecinos, que lo detuvo antes de que pudiera llegar al vehículo.
Preyor declaró durante el juicio y defendió hasta el último día de su vida que había ido al apartamento con la intención de comprar droga y que fueron Tackett y Garza quienes lo atacaron a él, que tan solo se defendió.
Los abogados de Preyor acusaron de fraude a los dos letrados que le representaron durante el proceso de apelaciones, ya que a uno se le había prohibido ejercer y el otro no sabía de derecho penal y se informó en Wikipedia, por lo que pidieron suspender la ejecución.
Aunque la defensa logró cierta atención mediática con su estrategia, el estado de Texas rebatió que fue el propio Preyor quien contrató a los abogados y que estos presentaron todas las apelaciones a tiempo y sin defectos de forma.
Los magistrados del Tribunal Supremo desestimaron este jueves estas peticiones en última instancia y dieron luz verde a la ejecución.
Preyor se convirtió así en el decimosexto preso ejecutado este año en Estados Unidos y en el 1.458 desde que el Tribunal Supremo recuperó la pena de muerte en el país hace cuatro décadas.
Texas ha ejecutado a 543 de estos presos (casi el 40 %), cinco este año.
Con información de Univision.
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