(Miaminews24).- Las deportaciones de indocumentados son el pan de cada día en Estados Unidos, y como las reinas del hogar no están exentas a este proceso que separa familias.
Es la voz de la desesperación, el rostro de la frustración, la mirada de la tristeza. Emociones que se trasminan entre las lágrimas de la señora Mayra Todd por que como nube de tormenta, ella tiene encima una orden de deportación que puede materializarse en cualquier momento.
La falta de recursos económicos para solventar ayuda legal, no es lo más grave que sufre esta madre de familia de origen centroamericano. En su natal Guatemala tiene un hijo que ha crecido sin mamá desde la edad de 7 meses. Hoy, ya pasaron 30 años y aunque Mayra está casada con un ciudadano estadounidense, no ha podido ‘arreglar’ por lo que no ha visto a su hijo desde hace tres décadas.
Las oficinas de La Hermandad Mexicana Transnacional tratan de interceder por Mayra para que no la deporten y tal vez conseguir un permiso de viaje para que vaya a conocer a su bebé que ahora ya es todo un hombre. Esa ventanita de esperanza podría estar respaldada por las leyes que conforman a los Estados Unidos.
Lo que está pasando, dicen los activistas, es la muestra clara de una doble moral. Por un lado Los Estados Unidos quiere mano de obra barata, es decir al migrante, pero al mismo tiempo lo quiere mantener con el zapato en el cuello y si protesta pues entonces: ‘va pa’ afuera.
Con información de Hispan TV.
Miaminews24.