(Miaminews24).- Desde que el presidente Donald Trump anunció su nueva política sobre Cuba, el teléfono de Tom Popper no ha dejado de sonar.
Los que llaman tienen preguntas, muchas preguntas,sobre cómo puede viajar a Cuba individualmente, qué son los recorridos en la categoría de pueblo a pueblo y cómo pueden visitar la isla.
Otros son más categóricos, dijo Popper, presidente de InsightCuba, que lleva grupos a Cuba en recorridos que van desde la exploración de ciudades coloniales hasta itinerarios centrados en el jazz en La Habana.
“Me dicen que están interesados en viajar a Cuba y quieren hacer una reservación ahora mismo”, dijo.
Trump hizo un cambio aparentemente menor en quién puede viajar a la isla —los individuos ya no pueden planear sus propios itinerarios en la categoría de pueblo a pueblo y tendrán que hacer estos viajes educativos como parte de un grupo en el futuro— pero los operadores turísticos a Cuba temen que ello pudiera ser un precursor de una política mucho más restrictiva a la isla.
La nueva prohibición de hacer negocios con los militares cubanos, que controlan una buena parte de la economía de la isla, también pudiera afectar negativamente a los viajeros estadounidenses. Entre los activos que controlan los militares están los hoteles y villas Gaviota, compañías turísticas que ofrecen de todo, desde safaris hasta recorridos nocturnos por La Habana, agencias de alquiler de automóviles, gasolineras, marinas, tiendas, una flota de autobuses turísticos, una pequeña aerolínea, atracciones que van desde bares especializados en cerveza hasta clubes nocturnos, y prácticamente todos los hoteles, restaurantes y tiendas en La Habana Vieja, a través de su marca Habaguanex.
El gobierno del presidente Trump dice que se ha encargado al Departamento de Estado crear una lista de entidades prohibidas “con las que no se permitirá hacer transacciones directas”.
Turoperadores
Pero hasta que no se establezcan las normas (un proceso que Trump ha ordenado debe comenzar a mediados de julio) y se conozca la lista, los operadores turísticos no están seguros de cómo sus actividades pueden quedar afectadas en el futuro.
“Lo que más me preocupa es que hay muchas cosas que no sabemos”, dijo Bob Guild, vicepresidente de Marazul Travel, que ofrece recorridos turísticos en grupo a la isla.
Marazul ha solicitado reservaciones de hotel hasta el 2019 para sus grupos y algunas de esas habitaciones están en hoteles de Gaviota, dijo Guild. Aunque Marazul, con sede en Nueva Jersey, no sabe cuánto costarán las habitaciones hasta que se acerque bastante la fecha de los viajes, Guild dijo que Marazul ya tiene confirmación de empresas turísticas cubanas de que grupos de habitaciones solicitadas estarán disponibles.
Las directrices emitidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro parecen indicar que las reservaciones en hoteles de Gaviota se permitirán, al menos por el momento. Las transacciones con empresas militares cubanas, agrega, se permiten si “se coordinaron antes de la emisión de las nuevas normas.”
“Eso pudiera significar que estamos bien”, dijo Guild. “Ya hemos solicitado habitaciones para numerosos grupos hasta el 2019”.
De la misma manera, los viajeros individuales que planearon recorridos bajo la categoría de pueblo a pueblo hicieron al menos una reservación de aerolínea o albergue antes del anuncio de Trump sobre la nueva política el 16 de junio, todavía podrán viajar bajo esa categoría si sus viajes son después de la fecha en que se emitan las nuevas normas.
Mientras tanto, las reglas de viaje del gobierno del presidente Barack Obama siguen en vigor hasta que se emitan las nuevas.
Pero si un viajero planea un viaje para finales de septiembre, por ejemplo, y las nuevas normas entran en vigor antes de eso, no podrá hacerlo.
Viajes individuales
Se permitirán los viajes individuales a Cuba, pero los viajeros deben asegurarse de que estén permitidos en alguna de otras 11 categorías autorizadas, como una visita a familiares o en apoyo al pueblo cubano, un viaje por razones humanitarias o para participar en una competición deportiva o evento cultural.
Algunas organizaciones de viajes dicen que planean ayudar a viajeros individuales a encontrar oportunidades en alguna de las otras 11 categorías.
ViaHero, que opera en Cuba, Islandia y Japón, es un servicio de planeación de viajes. Por un pago de $25 diarios, la firma conecta a viajeros estadounidenses con aliados locales en Cuba, que los ayudan a planear sus viajes, hacer reservaciones y ofrece recomendaciones que van desde dónde encontrar la mejor taza de café en Camagüey hasta ubicar restaurantes vegetarianos en La Habana.
Desde que la compañía comenzó a funcionar en el 2015, ha ayudado a grupos pequeños e individuos a planear viajes, en lo fundamental en la categoría pueblo a pueblo.
“Tendremos que modificar nuestros negocios en Cuba para asegurar que estamos en una de las otras 11 categorías”, dijo Greg Buzulencia, jefe ejecutivo y cofundador de ViaHero. “Pero las nuevas normas nos permitiran seguir operando en Cuba”.
“La mayoría de nuestros clientes se quedan en casas particulares y comen en restaurantes locales privados”, explicó, “pero necesitaremos tener más cuidado y evitar empresas vinculadas con los militares”.
“No creo que las nuevas normas afectarán mucho a los viajes en grupo”, dijo Popper, de InsightCuba. Entre los muchos hoteles que la empresa ha usado para sus grupos hay dos de Gaviota, el Meliá Santiago de Cuba y el Meliá Cayo Santa María.
InsightCuba hará los ajustes necesarios acorde con las nuevas normas, dijo Popper. “Muchos de los hoteles Gaviota están en los cayos y son hoteles turísticos. La mayoría de los turoperadores no los usan porque no son destinos para recorridos en la categoría pueblo a pueblo”.
Los operadores pueden escoger otras marcas de hoteles cubanos no afiliados con los militares, como Cubanacán y Gran Caribe, y es posible que Cuba cambie de marca y asigne algunas compañías turísticas que ahora están bajo GAESA, el enorme conglomerado militar, al Ministerio de Turismo u otras entidades estatales.
Auditorías de viajes
Mientras tanto, el memorando que fortalece la política estadounidense hacia Cuba que Trump firmó recientemente en Miami indica que el secretario del Tesoro auditará regularmente los viajes a la isla para asegurar que los viajeros cumplen las normas y no van a Cuba a hacer turismo.
Pero hay algo nuevo: Se exige al inspector general del Departamento del Tesoro que entregue un informe al presidente sobre cómo se implementan las exigencias de auditoría dentro de los 180 días siguientes a que se emitan las nuevas normas. Después de eso, se exige también un informe anual.
Pero los turoperadores dicen que están preparados para esto. “Tenemos almacenes llenos de archivos”, dijo Guild.
“Como parte de nuestro servicios, mantenemos todos los registros de los pasajeros durante cinco años”, dijo Popper. “Siempre tenemos los documentos a la mano para nuestros clientes, y estamos preparados para ayudarlos con un paquete de documentos para auditorías si es necesario”, agregó.
Con información de NH.
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