(Miaminews24).- Durante décadas, los estudiantes del sur de Florida y los adultos fascinados por las galaxias lejanas, los ecosistemas del planeta, las propiedades de la luz y el sonido, así como otras maravillas de la ciencia, solo tenían un pintoresco y anticuado museo donde podían explorar sus intereses.
Después de que la inauguración fue retrasada durante mucho tiempo, por fin abrió sus puertas un nuevo y vasto museo de ciencias en el centro de la ciudad, los visitantes podrán estar debajo de un acuario suspendido y observar tiburones martillo y tigre, mantarrayas y otras criaturas a través de un óculo, una lente que dará la impresión de ver a los peces desde el fondo de un enorme vaso de coctel. Ésa es solo una de muchas atracciones y exhibiciones.
Phillip y Patricia Frost, los funcionarios del Museo de Ciencias, que costó 305 millones de dólares, prometen que será una expresión intensa de la exposición y la investigación científicas modernas. Su apertura se da después de una serie de contratiempos por terminar la estructura de 23 mil 225 metros cuadrados. Durante una etapa, el proyecto estuvo a nada de quedarse sin fondos.
La publicitada inauguración del museo es importante particularmente en un estado que está en peligro debido al aumento del nivel del mar y que es gobernado por Rick Scott, quien ha dicho que no está convencido de que el cambio climático y el calentamiento global sean reales y cuya administración ha establecido una política implícita mediante la cual las agencias estatales deben abstenerse de usar esos términos.
Frank Steslow, microbiólogo designado hace un año como presidente del museo, señaló exposiciones interactivas sobre el frágil ecosistema del sur de Florida, incluyendo una acerca de los vastos y menguantes pantanos de los Everglades y diversas especies animales, muchas de ellas en peligro de extinción.
Un planetario de 250 asientos, con su imponente orbe visible a los transeúntes de Biscayne Boulevard, llevará a los visitantes en lo que el museo llama “un viaje visual deslumbrante” al espacio exterior, una enorme pantalla en forma de domo que se inclina hacia adelante a 23.5 grados para que las imágenes se muevan a través de todo el campo de visión del espectador.
Para resaltar el vínculo natural de la zona con el océano Atlántico y el golfo de México, los visitantes podrán echar un vistazo dentro del acuario a través de un dispositivo similar a un periscopio que les dará la perspectiva de un tiburón que busca comida. También podrán tocar erizos vivos, estrellas de mar, así como moluscos.
Las exposiciones incluyen un aviario de vuelo libre y una colección de corales vivos. Otras mostrarán la ciencia del sistema solar y la física de los láseres, así como la historia y ejecución del vuelo, desde los primeros reptiles voladores hasta la exploración espacial y el avión moderno.
En una sala llamada MeLa, los visitantes podrán estudiar su propia salud y darle seguimiento. “Te conviertes en el experimento”, señala la página web del laboratorio.
Toma desafíos cronometrados para ejercitar el cerebro y ver cómo respondes bajo presión”.
El nuevo museo fue concebido por primera vez hace 20 años y remplaza a un edificio mucho más pequeño que había recibido a los visitantes desde 1960. Será “muy importante por la manera en que brindamos educación para las comunidades”, dijo Roni Avissar, la decana de la Rosenstiel School of Marine and Atmospheric Science de la Universidad de Miami.
Para cubrir los costos operativos anuales esperados de 20.7 millones de dólares, el museo Frost debe atraer a 725 mil visitantes al año, un cálculo que los funcionarios esperan superar, pese a la inestabilidad económica a la que el museo se ha tenido que enfrentar.
Con información de AM.
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