(Miaminews24).- Durante todo un año, alguien que afirmaba ser el gerente de la cantante británica Adele estuvo enviándoles correos electrónicos a agentes de superestrellas de la música, donde les pedía boletos gratis para entrar a conciertos.
Entre las celebridades se encuentran Rihanna, Usher, Drake, Katy Perry, Chris Brown y Pharrell Williams.
Detectives de la policía de Miami-Dade dijeron el lunes que detuvieron al esposo y esposa que perpretaron las estafas cuando el fin de semana intentaron conseguir entradas para ver al rapero Kendrick Lamar en el Festival Rolling Loud en Miami.
Justin Jackson —con amplios antecedentes penales que en determinada ocasión fue arrestado y hallado culpable de hacerse pasar por el gerente de Madonna para robar joyas valoradas en $2.4 millones— fue acusado junto a su esposa, Angel Lii.
Las autoridades creen que ambos usaron el nombre del gerente de Adele, Jonathan Dickins, que ha recibido una lluvia de mensajes electrónicos de celebridades con las peticiones para obtener boletos.
“El señor Dickins por fin ha visto un indicio de alivio y espera que este fraude en su contra se acabe de una vez por todas”, dijo su abogado en Miami, Brian Bieber.
Luego, Bieber agregó: “Los acusados dejaron claras huellas de sus delitos y los detectives las encontraron. Se trata, esencialmente de dos estúpidos delincuentes”.
Dickins reportó la estafa a la policía de Miami-Dade hacer alrededor de un año. Mientras los detectives continuaban investigando, Jackson y su esposa usaron el falso correo electrónico para pedirle boletos al gerente de Lamar, dijo la policía.
Sin embargo, la firma discográfica del rapero, Interscope Records, sospechó que se trataba de una estafa y localizó al verdadero Dickins, quien informó a las autoridades.
Jackson, su esposa y otra mujer acudieron al concierto en el Bayfront y recogieron los pases para entrar. Fueron detenidos de inmediato por la policía y ahora encaran cargos de robo en gran cuantía y de robo de identidad. La mujer que estaba con ellos, Hayle Henegar, no fue detenida.
Fuente: El Nuevo Herald
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