(MiamiNews24).- Estados Unidos ha lanzado este jueves en Afganistán la que es considerada su segunda bomba más potente después de la bomba atómica. El ataque ha sido confirmado por el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spizer, y también el Gobierno de Afganistán. El Ejecutivo afgano afirma que, según las primeras estimaciones, no hay víctimas civiles. Spizer ha insistido en que el Gobierno americano ha hecho «todos los esfuerzos necesarios para evitar víctimas colaterales».
El conocimiento de la noticia ha lastrado la cotización del Dow Jones de Industriales, que ya viene soportando caídas en los últimos días por la incertidumbre sobre la situación geopolítica. El principal índice neoyorquino cayó más de 50 puntos hasta marcar un mínimo intradía en los 20.500 enteros.
«Queremos que se sepa que EEUU se toma muy en serio su guerra contra el ISIS», ha declarado Spizer durante su comparecencia. Su objetivo, túneles, cuevas y personal del ISIS en el norte de Afganistán, donde recientemente se habían registrado enfrentamientos entre EEUU y las tropas del ISIS. El avión usado para este lanzamiento fue un MC-130. «Era un espacio que el ISIS usaba para atacar objetivos de EEUU en Afganistán. Con este ataque les hemos arrebatado espacio operativo», ha aseverado.
El Ejército estadounidense se encuentra evaluando en estos momentos el impacto de la bomba, cuyo lanzamiento fue ordenado directamente por el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general John Nicholson.
Esta bomba se llama GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast, pero es conocida como MOAB. La hora de lanzamiento ha sido las 19:32 hora local en Afganistán (16:32 hora española peninsular).
Esta MOAB contenía 11 toneladas de TNT. Es la bomba más grande que existe en el mundo. De ahí su calificativo: «la madre de todas las bombas». Se trata de la primera vez que EEUU utiliza esta arma en combate.
Nunca antes la había empuñado. Fue desarrollada durante la segunda guerra de Irak, a principios de 2000 (durante la Administración de G.W. Bush), pero jamás fue utilizada en territorio iraquí o en ningún otro conflicto por parte del ejército estadounidense por parte del propio Bush o de Barack Obama.
Fuente: eleconomista.es