(Miaminews24.).- Según dos estudios publicados esta semana los inmigrantes en Estados Unidos cometen menos crímenes y tienen menos probabilidades de estar encarcelados que los ciudadanos nativos estadounidenses.
«Los inmigrantes -independiente de su estatus legal (en Estados Unidos)- no tienen mayores tasas de criminalidad que los ciudadanos nacidos aquí«, señala el informe de The Sentencing Project, un grupo activista que realiza estudios sobre justicia criminal.
De hecho, «los residentes nacidos en el extranjero cometen crímenes con menor frecuencia que los ciudadanos estadounidenses», añade el estudio.
The Sentencing Project va más allá y señala que «altos niveles de inmigración pueden haber contribuido al descenso histórico en las tasas de criminalidad».
«Los inmigrantes ayudan a bajar la tasa de criminalidad en sus comunidades debido a sus fuertes lazos familiares, su participación política, su orientación al sistema judicial y su impacto económico», concluye The Sentencing Project.
Otro estudio, realizado por el «think tank» o laboratorio de ideas Cato Institute y publicado esta semana, señala que «los inmigrantes tienen menos probabilidades de estar encarcelados que los nativos en relación con su porcentaje de población».
«Incluso los inmigrantes ilegales tienen menos probabilidades de estar encarcelados que los nativos estadounidenses», señalan los expertos Michelangelo Landgrave y Alex Nowrasteh del Cato Institute en su informe.
El estudio de Cato Institute precisa que en las cárceles de Estados Unidos había en 2014 unos dos millones de nativos estadounidenses encarcelados, 123.000 inmigrantes indocumentados y 64.000 inmigrantes legales.
El porcentaje de encarcelación era del 1,53 por ciento para los nativos, 0,85 por ciento para los inmigrantes indocumentados y 0,47 por ciento para los inmigrantes con sus papeles en regla.
Según este segundo estudio, los inmigrantes indocumentados tienen un 44 por ciento menos de probabilidades de estar encarcelados que los estadounidenses nativos, mientras que los inmigrantes legales tienen un 69 por ciento menos de probabilidades que los ciudadanos estadounidenses de estar en la cárcel.
Trump lanzó en junio de 2015 su campaña electoral con un discurso racista plagado de insultos a los indocumentados mexicanos, a los que calificó de violadores y narcotraficantes.
El actual presidente arremetió en sus mítines contra los inmigrantes ilegales, a los que acusa de quitar el trabajo a los estadounidenses y ser la fuente del aumento de la criminalidad en Estados Unidos.
Trump invitó a sus actos electorales a familiares de víctimas de crímenes cometidos por inmigrantes indocumentados, muchos de los cuales ya habían sido deportados de Estados Unidos con anterioridad pero habían regresado al país ilegalmente.
Tras llegar a la Casa Blanca, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció una nuevas directrices que abren la puerta a deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.
El presidente prometió que los criminales indocumentados serán deportados rápidamente del país. Trump también anunció la creación de una oficina para las víctimas estadounidenses de crímenes cometidos por inmigrantes indocumentados, que se llamará Voice (Voz en inglés).
Fuente: dpa