(Miaminews24).- La ciudad de Miami se convierte el jueves en el mayor escaparate náutico del mundo con dos grandes ferias de yates de lujo, embarcaciones de recreo y eléctricas y tecnología puntera, una cita que mueve miles de millones de dólares.
La cita Yacht Miami Beach celebra su vigésimo novena edición con nada menos que medio millar de yates boutique y de súper lujo, alguno de hasta 72 metros de eslora, casi todos fondeados a lo largo de más de una milla (1,6 kilómetros) en el muelle de Collins Avenue, en Miami Beach.
Esta exhibición, que presenta por vez primera una muestra de embarcaciones de recreo eléctricas, se complementa con otra feria náutica paralela, Miami International Boat Show, que exhibe en Cayo Virginia, en la bahía de Cayo Vizcaíno, unas 1.300 embarcaciones de recreo de menor tamaño.
La feria de Miami Beach, con sus exclusivos yates y súper yates y lo más avanzado en tecnología marina y accesorios “tiene un impacto en la región de unos 11,000 millones de dólares y crea unos 136,000 empleos”, directos e indirectos, dijo a Efe Ricardo Strul, vicepresidente de Show Management, organizadora de la cita.
Strul puso el foco en la buena evolución del sector de alta gama, ayudado por la estabilización de la economía estadounidense, lo que hace presagiar, apuntó, buenas ventas en la cita de este año, que cierra sus puertas el próximo martes.
“Ha habido una resurgimiento en Estados Unidos desde la recesión de 2009 y el sector se ha recuperado bastante bien, con un mercado bien poderoso” en cuanto a los yates de entre 55 y 65 pies de eslora (16-19 metros).
Por primera vez, la muestra de Miami Beach tiene lugar por completo en el agua, sobre una instalación de cinco millas de muelle sobre el mar, un circuito alfombrado de rectas pasarelas de metal y madera a cuyos costados se encuentran atracados todo tipo de yates y superyates que los aficionados pueden visitar.
Se trata de una cita imprescindible para los entusiastas del mar o deseosos de fantasear con los barcos de lujo, una feria que atrae, añadió el experto, “mucho público internacional, de América Latina, sobre todo compradores mexicanos, colombianos y brasileños, además de europeos, italianos y alemanes principalmente”.
Está claro que el mercado de los yates boutique y de lujo se mantiene no solo a flote, sino en crecimiento y continua evolución, con la incorporación cada año de tecnología punta y el diseño innovador de grandes firmas de astilleros y arquitectura naval.
Esta impresionante muestra de 1,2 millones de pies cuadrados cuenta con la renovada y exclusiva marina de Watson Island de Miami, las únicas instalaciones de Estados Unidos diseñadas para albergar embarcaciones de hasta 170 metros de eslora.
En esta marina, convertida en un “show dentro de un show”, se encuentra atracado el “Axioma”, una joya del fabricante Dunya: 72 metros de elegancia, materias nobles, lacados impecables y motores de última tecnología. El precio de este superyate se acerca a los cien millones de dólares.
En total, el valor de las embarcaciones y la tecnología marina exhibida en Yachts Miami Beach supera los mil millones de dólares, un cifra que puede duplicarse al sumar el más del millar de embarcaciones exhibidas en Cayo Virginia, donde se esperan más de 100,000 visitantes en los cuatro días de exhibición.
En cuanto a las embarcaciones de recreo eléctricas, todavía con escasa demanda EEUU, el visitante puede encontrar modelos de entre 31,000 (Canadian Electric Boat) y 109,000 dólares (el modelo Bruce 22).
El modelo Bruce 22 es una de las ofertas de embarcación eléctrica más atractivas. De diseño vintage, con capacidad para ocho pasajeros y un sistema de propulsión completamente eléctrico a base de baterías Panasonic, cuenta con una autonomía de ocho horas de navegación.
“Los beneficios ambientales de estas embarcaciones eléctricas son muy importantes: emiten cero gases de efecto invernadero, su polución es cero y además de limpias son silenciosas”, apuntó a Efef Missy Mandelstain, responsable de comunicación de Nautical Ventures.
Pese a que queda todavía camino para que la embarcación eléctrica pueda ser una realidad más tangible en EEUU, más allá de las dificultades prácticas como es el precio de la batería (18.000 dólares), lo que nadie discute son las ventajas que presentan los modelos eléctricos en cuanto a contaminación atmosférica y acústica.