(Miaminews24).- Cuando Seattle le dijo adiós, Misael Siverio pensó que se le caía el mundo encima. Pero nada como el sol del Caribe para levantar el ánimo y aún más el reencuentro con unos padres como alimento del alma.
Las emociones vividas por Siverio -un lanzador nacido en Villa Clara hace 27 años- en estos meses invernales han sido de esas que estremecen el corazón y levantan un cuerpo que estuvo muy cerca del retiro.
Justo cuando más oscuro se antojaba su futuro, el cubano comenzó a vivir un repunte que espera lo devuelva a alguna organización de Grandes Ligas, aunque no piensa renunciar a una pelota que le recuerda mucho a la de su tierra.
Siverio, quien escapó de una selección nacional en el 2013 y meses después firmaba un pacto de Liga Menor con los Marineros, es de esos que no se muerde la lengua para decir lo que piensa sobre todos y sobre todo.
¿Cómo valoras tu experiencia por el Caribe?
«Muy buena, primero con los Mochis en tierras aztecas, donde no lancé mucho, y luego con los Tigres de Aragua antes de ser llamado por las Aguilas del Zulia en Venezuela. Hay mucha calidad en esa zona. El que vaya allá pensando otra cosa está equivocado. Vi muchos peloteros de Triple A, Japón y hasta de Grandes Ligas. Hay que jugar y bien».
¿Volverías?
«Sin pensarlo dos veces. De hecho ya me han invitado para la próxima temporada Tigres y Aguilas. Eso sí debo meditarlo, con quién me voy a jugar en Venezuela, porque los dos equipos me hicieron sentir bien. Por lo pronto me voy a jugar con el equipo de Aguascalientes en la Liga Mexicana».
¿Qué diferencias encuentras entre el Villa Clara y esos equipos caribeños?
«En la pelota de esos países hay un poco más de interés. Se entiende mejor el sentido de la palabra profesional. Las cosas están más organizadas, se cumplen los horarios, hay comodidades. Pero la calidad de juego entre Cuba y esos países es igual».
¿Realmente lo ves igual?
«En la pelota cubana no ha decaído la calidad, simplemente se han ido muchas figuras buenas que ahora llevan esa calidad a otros niveles de béisbol. Si el cubano triunfa en Grandes Ligas no es por algo espontáneo, ya tenía los fundamentos metidos en el cuerpo».
En Venezuela viviste una experiencia familiar que te marcará para siempre.
«Sí, logre ver a mis padres nuevamente después de cuatro años de ausencia, y debo agradecerles muchos a los Tigres de Aragua que removieron cielo y tierra para poder traerlos desde Cuba».
¿Cómo fue todo?
«Los Tigres vieron que me iba a quedar con ellos el 31 de diciembre y les dije que me haría muy feliz ver a mis padres, así que hicieron todo el proceso para que ellos pudieran viajar. Cuando los vi fue como una inyección de energía. Me afectaba mucho estar sin abrazarlos, sin recibir el amor de ellos».
¿Hasta que punto te afectó?
«No te imaginas. Fue muy duro, porque soy una persona muy familiar. Ahora sé que debo seguir luchando para poder verlos otra vez. Siento que he encontrado las energías que alguna vez me faltaron. Estoy más fuerte que nunca».
¿Qué te pareció el equipo Cuba que dejó grata impresión en la Serie del Caribe?
«Carlos Martí es un buen director, alguien que les da mucha confianza a los jugadores. Diferente a Víctor Mesa, más tenso, quiere que todas las cosas salgan perfectas. El quiere que la gente juegue como él jugó y todo no es así en la vida. No se puede jugar presionado, cuando la gente quiere disfrutar el juego».
Ahora que hablas de Mesa, ¿lo ves dirigiendo en Grandes Ligas?
«No, porque aquí mandan los peloteros y no el manager».
¿Se acabó el sueño de las Mayores para Misael Siverio?
«Mientras la mente esté positiva y el brazo fuerte, habrá esperanza de volver. En un momento, cuando los Marineros me sacaron, pensé en no jugar más, pero en el invierno varios equipos me contactaron, hasta Seattle se interesó por mí. Por otra parte, entre Venezuela y México, entre verano e invierno, me busco un buen dinerito».
Por: Jorge Ebro
Fuente: El Nuevo Herald
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