(Miaminews24).- El alcalde de Hialeah Carlos Hernández se mostró en total desacuerdo con la decisión de Carlos Giménez, alcalde de Miami-Dade, quien el pasado jueves pidió a las cárceles de su condado que cumplan con las solicitudes federales de detención de inmigrantes, acatando la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que debilita a las llamadas ciudades santuario.
De acuerdo con la nota de Diario las Américas Hernández dijo “Tenemos una cultura muy rica y tenemos que luchar por mantenerla y preservarla. Hialeah, por ejemplo, es la ciudad con más hispanos en todo Estados Unidos. Somos una ciudad de inmigrantes y nos sentimos orgullosos de eso”.
Protestas en Miami
Tras la decisión de Carlos Giménez, quien encabeza un condado con un 66% de latinos, la criticas y protestas no se hicieron esperar. Así como el desacuerdo de autoridades y organizaciones sociales que lo acusan de haber actuado impulsado por el miedo a perder fondos federales, privilegiando el dinero y dejando de lado la protección a las familias.
En este contexto y consultado sobre el rol que asumirá frente a las instrucciones que vengan de Washington respecto a inmigración, Hernández respondió: “La ciudad de Hialeah no va a hacer el trabajo de inmigración porque nuestro trabajo es cuidar a todos los ciudadanos. El problema de inmigración es federal y el Gobierno federal tendrá que tomar las medidas que corresponda, pero la labor nuestra es cuidar a todos los habitantes por igual”.
La ciudad de Hialeah, cuya identidad se funda en la tradición de acogida a los inmigrantes cubanos, es popular por su gran número de población hispana en la que sus propios habitantes aseguran hablar un idioma distinto al inglés en sus casas. A su vez, el alcalde Carlos Hernández ha manifestado sentirse orgulloso de ser un latino nacido en Cuba, y recalcó lo importante que es darle una oportunidad a las personas que realizan un aporte al desarrollo del país.
“¿Qué vamos hacer con esos 12 millones de personas que están aquí en este momento sin papeles? No tengo duda que en su mayoría son buenas personas, gente trabajadora y que merecen una oportunidad. Yo voy a velar porque esas personas que merecen quedarse tengan la oportunidad de hacerlo”, aseguró.
Un informe de 2015 emitido por el Instituto de Política Migratoria cifró en 150.000 los indocumentados en el condado de Miami-Dade, un número que crece en el resto del Sur de la Florida, y que enfrenta a sus habitantes a una realidad impensada ante las futuras decisiones del presidente Donald Trump en materia de inmigración.
Por: Camila Mendoza/Diario las Américas