(Miaminews24).- Pero ahora el panorama ha cambiado y el alcalde ha pedido que se cumplan las instrucciones que vengan de Washington.
Hasta la fecha, Miami-Dade se negaba a llevar a prisión a los sin papeles detenidos por infracciones administrativas. Esta postura no tenía una motivación política de protección a los inmigrantes sino de ahorro, pues Giménez consideraba que los gastos de prisión por cuestiones migratorias correspondían al Gobierno federal.
A través de un comunicado, Giménez reiteró que «Miami-Dade nunca ha sido una comunidad santuario». Sin embargo, aclaró: «El departamento de policía del condado no es una agencia de inmigración y mi orden ejecutiva no cambió eso en lo absoluto».
En ese sentido, aseguró que los residentes de Miami-Dade «no deben temer ninguna persecución o cacería de indocumentados».
«La policía continuará al servicio de sus residentes sin importar su estatus migratorio. Deben confiar en que su departamento de policía seguirá sirviendo honradamente a la comunidad», aseveró.
Fuente: TF
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