(Miaminews24).- El presidente Donald J. Trump quiere volver a instituirlo y el problema es que el Congreso se opone. La tortura como método de interrogatorio a los prisioneros de la guerra contra el terrorismo es ilegal en Estados Unidos desde que el año 2009, cuando el Congreso prohibió el uso del popularmente conocido «método por ahogamiento falso (waterboarding)». “La tortura es ilegal. Estamos todos de acuerdo en que no debe ser legal”, ha dicho este jueves el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
Ryan y el líder de la mayoría republicana en el senado, Mitch McConnell, coincidieron en ello durante una rueda de prensa en Filadelfia. “Creo que virtualmente todos (los miembros republicanos del Senado) se sienten confortables con los términos de la ley en ese sentido”, añadió McConnell.
El miércoles, siguiendo varias declaraciones en ese sentido durante la campaña presidencial, Trump renovó sus planes y desveló que conversó con varios miembros de la comunidad de inteligencia, quienes le han dicho que la tortura es un método «eficaz» para conseguir arrancar informaciones a los prisioneros de la guerra contra el terrorismo.
Su intención, incluso, es volver a reabrir los llamados «huecos negros», lugares secretos de interrogación y confinamiento de prisioneros en otros países, una práctica que también ha sido abandonada. Trump es, además, un fervoroso partidario de mantener abierta la cárcel de la Base Naval de Guantánamo, donde se encuentran confinados unos 60 presos a la espera de un juicio.
Pero el mandatario también enfrenta una oposición en ese sentido dentro de su Gabinete. El secretario de Defensa, James Mattis, ha dicho en una audiencia del Senado que no aprueba la tortura. “A decir verdad, estoy un poco sorprendido de que el general Mattis, alguien por quien tengo un gran respeto, dijo que no cree en la tortura”, ha dicho el presidente el miércoles en una entrevista con ABC, la primera a una gran cadena de televisión en su mandato.
Fuente: DLA
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