(Miaminews24).- Uno de los afectados de la inesperada decisión del presidente saliente, Barack Obama, que eliminó el jueves esta política migratoria, es Roimer Delgado, de 47 años, quién asegura que esperarán una solución, «lo que haga falta». «Estamos esperando a ver qué decide Trump hacer con nosotros, lo único que queremos es que nos deje entrar y construir una nueva vida, a base de esfuerzo y trabajo, lejos del régimen castrista», relata a Efe Delgado, a escasos metros de suelo estadounidense, en el puente que conecta Nuevo Laredo (México) y Laredo (Texas).
Los más de cincuenta cubanos varados en la zona de Nuevo Laredo, en la frontera de México con EE.UU., esperan que Donald Trump, que asumirá la Presidencia estadounidense la próxima semana, solucione el conflicto generado por la supresión de la política «pies secos/pies mojados».
Cerca de treinta de los cubanos bloqueados en la frontera, entre ellos varias madres con niños pequeños, decidieron protestar de manera pacífica en el puente número uno de Nuevo Laredo formando una fila en silencio a las puertas de Estados Unidos. Los miembros de esta manifestación, que llegaron a la frontera entre el jueves y el sábado, piden a la nueva Administración de Trump que deje entrar en el país norteamericano a aquellos cubanos que están en travesía porque la decisión de Obama fue «inmediata e inesperada».
Dando un paso más hacia para el proceso de normalización de relaciones que mantiene con La Habana desde finales de 2014, Obama puso fin a dicha norma, que permitía quedarse en EE.UU. a los cubanos indocumentados que lograran pisar ese territorio. Los cubanos tienen las esperanzas puestas en el magnate neoyorquino, quien el día del fallecimiento de Fidel Castro prometió que su Gobierno haría «todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad».
Asimismo, durante la campaña electoral, Trump se comprometió a aplicar mano dura al régimen castrista, un anuncio que le dio el voto de los exiliados cubanos en el estado de Florida, crucial para obtener la victoria en las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre. «Esperamos que el nuevo Gobierno reflexione un poco y nos deje pasar, ya sea mediante asilo político o reintroduciendo la regla de ‘pies secos/pies mojados’, me conformo con lo que me den», apunta Irina Vicardo, que llegó a la frontera con sus dos hijos, de 8 años y 1 año, tras pasar por Ecuador, dónde residía, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México.
Fuente: EFE
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