(Miaminews24).- La extraña situación se desarrolló en South Beach como si fuera la escena de una película.
Horas después de que amenazas de bomba interrumpieron el lunes a miles de personas en los centros comunitarios judíos en Miami Beach, Kendall y en todo el este de Estados Unidos, las autoridades están investigando otra amenaza en Miami Beach.
El escenario: La calle 9 y Ocean Drive. Entre las 5 p.m. y las 6 p.m., testigos dijeron que un hombre estacionó un Honda Accord gris en la acera este que da al Lummus Park. El hombre, vestido impecablemente con un traje, subió al techo de su automóvil y comenzó a repartir fajos de billetes a los transeúntes.
«Fue divertido porque al principio estaba muy tranquilo», dijo Luc Ten Have, un turista holandés que se aloja con su novia en las torres Waldorf en la calle 9 y Ocean Drive. Notó el extraño espectáculo cuando salió a tomar una taza de café.
Juan Delgado, que trabaja en el Waldorf, tenía una vista de la escena desde su escritorio. Dijo que la gente se alejaba con cientos de dólares en las manos.
Entonces las cosas cambiaron.
«Al parecer, él llamó a la policía y dijo que había robado un banco», dijo Delgado. Entonces los policías lo arrestaron y se lo llevaron.
El hombre también aparentemente afirmó que tenía una bomba en su vehículo. La policía dijo que recibieron una llamada a las 5:30 p.m y detuvieron al hombre y a otra persona, así como también cerraron temporalmente el tránsito vehicular de Ocean Drive entre las calles 8 y 10.
El escuadrón antibombas de Miami-Dade estuvo presente en el sitio, junto con agentes del FBI y de ATF. Al oído de la música que salía de The Clevelander, los oficiales aseguraron la zona con un robot bomba.
Mientras tanto, dos hombres esposados fueron detenidos y trasladados en vehículos de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. El FBI los interrogó el lunes por la noche. Se cree que los hombres están involucrados en un robo de bancos que ocurrió durante el lunes en Miami en la Unión de Crédito de la Marina Federal, dijeron las autoridades.
Por: /MIAMI HERALD