(Miaminews24).- Eso es porque el esfuerzo de la candidata presidencial del Partido Verde tenía pocas probabilidades de detectar un posible fraude o error en la votación: básicamente no había nada para volver a contar.
El intento de Jill Stein de recontar los votos en Pennsylvania estaba en problemas incluso antes de que un juez federal lo rechazara el 12 de diciembre.
Pennsylvania es uno de 11 estados donde la mayoría de votantes usaron máquinas anticuadas que almacenan los sufragios electrónicamente, sin comprobantes de papel que pudieran utilizarse para revisar el resultado.
Prácticamente no hay forma de saber si las máquinas almacenaron de forma precisa votos individuales, o si alguien manipuló el conteo.
Más del 80% de los que votaron en el estado el 8 de noviembre lo hicieron en esas máquinas, según VotePA, una organización sin fines de lucro que busca reemplazarlas.
Fuente: AP
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