(Miaminews24).- Líderes mundiales se reúnen en las Naciones Unidas para su encuentro anual con una cantidad de crisis globales que necesitan solución en forma desesperada.
135 jefes de Estado y de Gobierno y más de 50 ministros participan en la 71 Asamblea General de la ONU.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su último discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebró los logros de un mundo globalizado, aunque reconoció los “fallos” que han dado lugar a otras alternativas a los gobiernos democráticos.
“Las fuerzas que nos han juntado también nos han expuesto a profundas fallas sísmicas”, dijo Obama.
“Vemos a demasiados gobiernos acallando periodistas y aplastando el disenso y censurando el flujo de información. Las redes terroristas usan los medios sociales para cazar las mentes de nuestros jóvenes, amenazar las sociedades abiertas y espoleando el odio en contra de inmigrantes inocentes y musulmanes”.
“Naciones poderosas disputan las amarras colocadas sobre ellos por las normas internacionales. Esta es la paradoja que define a nuestro mundo hoy en día”.
Obama habló mucho sobre la situación del mundo, pero a menudo poniendo ejemplos de lo que sucede más cerca en casa.
En varias ocasiones hizo referencias a los refugiados y los migrantes, y sin mencionar a Donald Trump por nombre, dijo claramente que “una nación rodeada de muros solo se aprisionaría a sí misma”.
Agregó que aún en Estados Unidos “hay quienes piensan que los que se ven diferentes de alguna manera corrompen la visión de nuestro país”, advirtiendo que “el mundo es demasiado pequeño, estamos demasiado juntos, como para construir muros que nos protejan para seguir aferrados a las viejas ideas”.
El mandatario se refirió a los tratados de libre comercio y la integración económica que ha permitido “una vida mejor para miles de millones de personas”, y contrariamente a lo que ofrece Trump —que ha prometido rescindir o reformarlos— urgió a “no abandonar lo que ha hecho posible este progreso”.
Obama también arremetió contra Rusia y contra China y los acusó de querer imponer sus privilegios coloniales caducos, y sobre Siria dijo que ya que nadie puede ganar es mejor “trabajar duro diplomáticamente».
“Presentes en esta sala hay representantes de gobiernos que han ignorado, facilitado, financiado, participado e incluso planeado y llevado a cabo atrocidades contra todos los bandos del conflicto sirio en contra de civiles sirios”, dijo. “Muchos grupos han matado inocentes civiles… nadie más que el gobierno de Siria”, acusó.
Pronosticó que las “oligarquías se van a pudrir desde adentro” y aconsejó que “la verdadera democracia sigue siendo el mejor camino”.
“Los que creemos en la democracia debemos hablar con fuerza, porque la historia nos da la razón”, subrayó aunque reconociendo que aún en Estados “hay fallos mucho dinero y muy poca participación” en la política.
Finalmente recomendó escuchar a los jóvenes: “Piden Libertad, dignidad y la oportunidad de controlar sus propias vidas”, dijo.
Si los 135 jefes de Estado y de Gobierno y más de 50 ministros pueden lograr algún progreso antes de que finalice la reunión el 26 de septiembre aún está por verse. Aunque las esperanzas son altas, las expectativas son bajas.
Ben Rhodes, vice asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que el presidente estaba consciente del hecho de que temas como crecimiento económico y cooperación en cambio climático están opacados por la “gran intranquilidad” a nivel mundial, incluyendo la guerra civil en Siria y las preocupaciones por la agresión rusa en Ucrania.