(Miaminews24).- Digamos que fue un fin de semana movido para la Pasarela en NYC. Plena de contrastes, la moda pareciera estar a la par de la tendencia mundial en bifurcación. En una era de opuestos: globalización vs aislacionismo, Clinton vs Trump, discreción vs sobreexposición impertinente, no resulta una sorpresa que existan dos tipos de espectáculos también a la hora de presentar las colecciones en la pasarela. Existen creativos quienes están casi exagerando en la extravagancia del show mientras hay diseñadores que persisten en lo tradicional, hasta lo más ínfimo a la hora de mostrar.
El viernes tuvimos a Tommy Hilfiger invitando a unas mil personas y celebridades como Taylor Swift al “Muelle de Tommy” en el puerto South Street Seaport. #TommyNow era un parque de diversiones que tenía desde ruedas de la fortuna, pequeñas montañas rusas, kioscos de interacción digital y obviamente locales de venta que tendrían las piezas disponibles luego de la pasarela. Tommy es otra de las marcas que decide “mostrar ahora – vender ahora” y junto a la colaboración de la famosa modelo Gigi Hamid, las redes sociales fueron por una hora 100% #TommyNow.
Otra fiesta extravagante tomo lugar el sábado en la noche cuando Alexander Wang también invitando a un número importante de personas incluyendo Madonna festejó el #Wangfest luego de su pasarela que culminó con una pequeña colaboración de «Wang x Adidas». En #Wangfest se podían encontrar McDonalds, 7-Eleven, música del rapero de Korea del Sur “CI” y obviamente pequeñas tiendan que venderían la colaboración de Wang x Adidas inmediatamente luego del show (precios variaban entre $80 y $200).
Diversión – Comida Rápida – Moda Rápida, en teoría suena bien pero esto sin duda le está restando cierta importancia al trabajo en la ropa. Si bien soy fiel creyente que hoy en día se necesita más que el atuendo, se necesita una experiencia, una vivencia, también pienso que la exageración (como en todo) siempre resta. Las redes sociales sobretodo Instagram se enfocaron más en mostrar la magnitud del evento vs lo que en verdad importa… La ropa. (Al menos en estos dos casos).
Para Tommy puede que lo mencionado anterior fuera positivo. La colaboración con Gigi Hadid no fue para nada intricada. De hecho resulto en más de lo mismo, netamente comercial, muchas insignias de la marca y un tanto colegial. Sin embargo para Alexander Wang puede que la festividad le haya robado cierta atención a los diseños que combinaban una especie de ropa de surfista + prendas masculinas en vestidos tipo pijama. En Wang se percibe la tendencia de cinturas asimétricas usando cintas bajo tops de colores con brillo de neón encima de shorts grises con cortes adaptados a la figura femenina pero con cierta elegancia viril. Debo admitir que aunque Wang y su entusiasmo tiende a abrumarme, logró crear ropa que se puede considerar “agresiva” en su tono y este contraste (sobre todo a la persona del diseñador) lo que la hace interesante. La combinación de tops kakis con shorts de cuero negro tipo motociclistas y de repente vestidos con una trama de lentejuelas bordadas muy sensuales logró que por primera vez en mucho tiempo el diseñador generara una tendencia.
Ambos eventos fueron lo mas concurrido y hablado del fin de semana. Pero la moda tiene que ser mucho más que Instagram y Snapchat, sobre todo cuando existe una propuesta interesante que se puede hasta estudiar.
En los discretos el fin presentó propuestas interesantes. El diseñador Sueco Akris que por lo general muestra en Paris se exhibió en NYC. Inspirado por la artista Cubana Carmen Herrera quien tendrá una retrospectiva en el museo Whitney a partir de la semana que viene, Albert Kriemler (el diseñador) presentó una colección muy artística, combinando beige con colores cremas y verde esmeralda, en líneas geométricas en pantalones y chaquetas. Un tanto ejecutivo pero con colores llamativos sin verse ridículo y vestidos con mucho movimiento, casi logrando un complemento entre las telas y el aire que rodea a sus diseños.
También vimos la marca Monse por Fernando García y Laura Kim quienes recientemente fueron nombrados directores creativos de Oscar de la Renta. Los jóvenes que han generado mucho ruido (y del bueno) en la industria, presentaron una colección un poco marinera con bordados lineales, fieles a la asimetría en las cinturas y camisas con un “off-sholder” de dejadez muy sexy, crearon furor. La combinación de telas en pantalones tipo gauchos (sin ser gauchos) proponen una nueva silueta, y los vestidos tipo corset pero de telas sobre camisas blancas se mantuvieron fiel a la tendencia “Hamilton”. Puede que suene raro pero les prometo que se vio bien y estas piezas las vamos a ver mucho.
Lacoste, por Felipe Olivera Baptista presentó una colección Tenis inspirada en Capri. La influencia de la isla Italiana sin duda se ha visto ya muchísimo en la tendencia y diseños (diseñadores Venezolanos que ya están haciendo ruido a nivel internacional, mi compatriota y amigo Efrain Mogollon se han visto inspirados por la magia de esta isla). Un sentimiento de un verano eterno, con un toque urbano (muchos vestidos de capucha y bolsillos de frente en faldas) logró una fusión interesante sin perder el sentimiento de la marca mostrando una visión futurista.
DVF por Jonathan Saunders también logró respetar la esencia de la marca presentando algo nuevo. Mi favorito fue un abrigo de pieles y tela tipo guindan con la afamada cintura asimétrica. También me gusto un vestido drapeado fiel al origen de la marca pero con mangas arruchadas que al final abrían en forma de campana. La falda de malla cruzada también mezcló la historia de la marca con un futuro que se puede acomodar a lo urbano, al día a día y la feminidad de una mujer profesional.
Jason Wu presento un show muy íntimo en el club privado de Spring Studio NYC. Casi como se presentaba la moda en los años 50’s los 250 invitados tuvieron un acercamiento más personal con las prendas que combinaban lo clásico con lo moderno. Lanas azules con Toques de Azul eléctrico en organdí de sedas crearon un equilibrio entre lo natural y lo artificial. Mi favorito fue ver aplicaciones de flores neón en trajes de noche de seda que daban la sensación a un cuadro de Georges Seurat moderno. Joseph Altuzarra también presento una pasarela clásica y muy femenina y pareciera que el diseñador estuviera pasando por un periodo azul ya que este color predominó en su pasarela que siempre es muy femenina y muy “New York Chic”. También en Spring Studios y con aplicados pero en formas de piñas brillantes sobres telas mesh y combinaciones de estampados (amapolas, guindan y piel de culebras) la colección fue sublime, romántica y muy moderna.
Y hablando de chic Victoria Bekcham cada vez se asienta más a su trabajo como diseñadora. La cantante y modelo ha evolucionado muchísimo en su moda, haciéndola cada vez más arriesgada pero siempre elegante. A diferencia de la modelo Gigi Hadid cuando la señora Beckham decide aventurarse en este mundo estudia de la mano del diseñador Marc Jacbos siendo su pasante. Aprendió y luego creó. Esto hace que sus diseños sean respetables y esta temporada (como las anteriores) generó placer cuando podemos ver piezas como vestidos de terciopelo verde-menta combinado con botas de rosa pálido que resultan en una silueta nueva estilizada con un aire muy Gatsby. Su mensaje fue un tanto particular ya que usó materiales muy serios de una forma muy fresca y divertida.
Culminamos con los anárquicos de “Hood by Air” quienes presentaron una pasarela donde durante cuatro minutos antes del show se escuchaban sonidos un tanto pornográficos para luego presentar una colección ambigua con ciertos cortes y materiales (trajes colgados con capucha de látex y mensajes un tanto bizarros), botas tipos de vaquero donde no existía el talón, era punta por delante y punta por detrás, pero en su mayoría atuendos de faldas plisadas y sweaters que en verdad son muy fácil de usar.
El contraste siempre es bueno, la exageración no. No se necesita una fiesta para generar una emoción, se necesita una experiencia. Una degustación, un ambiente y algo sencillo como una música logran esto. Si bien este es un negocio comercial no se puede ser complaciente, la industria dicta el gusto no la cantidad de likes en Instagram.
Por: Gabriela Ramos
Miaminews24.