(Miaminews24).- En un partido que dolerá al equipo de Miami por algún tiempo, Russell Wilson tuvo una conexión con Doug Baldwin para un touchdown de dos yardas con 31 segundos en el reloj, para salvar a los Seahawks y permitir que derrotaran 12-10 a los Dolphins.
Los Seahawks reaccionaron en 14 jugadas con una marcha de 75 yardas, en apenas 3:37 minutos, con dos conversiones en cuarto down en el proceso. El punto extra fue bloqueado, pero los Dolphins no pudieron responder en el poquísimo tiempo que les quedaba en el cuarto periodo.
Miami había tomado la delantera gracias a que Ryan Tannehill dirigió un ataque de 86 yardas, que él mismo finalizó con una corrida de dos yardas para touchdown.
De esta manera dejaba a la defensa de Miami para que hiciera la parada final. Pero no pudo.
Los Dolphins (0-1) siempre estuvieron en la pelea pese a ellos mismos.
En lugar de empujar con el quarterback cuando estaban en cuarto down y pulgadas en la zona de anotación, los Dolphins le dieron el ovoide a Arian Foster, quien estaba atrás y fue derribado ahí.
En su ataque siguiente, Kenny Stills estaba desmarcado y listo para anotar el touchdown más fácil de su vida, pero dejó que se le cayera el ovoide.
Steven Hauschka y Andrew Franks anotaron field goals temprano en el partido, luego Hauschka acertó desde 38 yardas en la última jugada del primer tiempo para que Seattle se fuera al descanso con ventaja de 6-3.
Los Dolphins no pudieron hacer mucho más en la ofensiva al volver de los camarines, pero su defensiva los mantuvo en el partido. Isa Abdul-Quddus rompió un pase en el cuarto down, y el déficit se mantuvo en solo un gol de campo.
Miami recibió un regalo al final del tercer cuarto, cuando los Seahawks cometieron un fumble en territorio de Seattle (1-0), pero los Dolphins ni siquiera pudieron sacar ventaja de ello. Cassius Marsh bloqueó el gol de campo de Franks, que de haber entrado hubiese sido la diferencia.
Antes del partido, cuatro jugadores de los Dolphins se arrodillaron en una protesta silenciosa cuando se entonaba el himno nacional de Estados Unidos, mientras los Seahawks unían sus brazos en demostración de unidad.