(Miaminews24).-Luego de levantarse al amanecer, tras una cola de dos horas bajo la lluvia, Alicia, 37 años, madre de un alumno de secundaria, pudo comprar el uniforme de su hijo para el nuevo curso escolar, en el inicio de cada curso escolar los padres se ven obligados a comprar uniformes en el mercado negro y a hacer piruetas para remozar las escuelas
“Este año cambiaron el método de repartir los uniformes. Antes se podía comprar en cualquier tienda del municipio designada para esos menesteres. Ahora hay una sola tienda por cada barrio. El Estado autoriza la compra de dos uniformes en séptimo grado, uno en octavo y ninguno en noveno. Es un dolor de cabeza conseguir las tallas”, expresa Alicia, mientras arregla el uniforme en una vieja máquina de coser Singer.
El precio oficial de un uniforme equivale a diez centavos de dólar. En la primaria, la blusa o camisa es blanca y la saya o shorts son rojo vino. En la secundaria, la blusa o camisa sigue siendo blanca, pero la saya o shorts son amarillo mostaza. Y en preuniversitario, los colores cambian: azul claro la blusa o camisa y azul oscuro la falda-short o el pantalón.
En Cuba es obligatorio el uso de uniforme en todos los niveles de enseñanza, excepto en la universidad. Pero la mayoría de los padres se quejan por la limitada cantidad de uniformes que autoriza el Estado para un alumno sin tener en cuenta que están en etapas de crecimiento.
“Es un solo uniforme para todo el año. Mis hijos son una bola de churre cuando llegan de la escuela. La solución es comprarlo por fuera y te cuesta entre 100 y 150 pesos (alrededor de 6 dólares)”, indica Ernesto, padre de dos varones, alumnos de primaria.
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