(Miaminews24).- Para vencer a Hillary Clinton en las generales de noviembre, Donal Trump necesita más que el equipo que lo llevó al éxito en las primarias republicanas.
Sin embargo, Trump ha descubierto que muchos de los asesores con más experiencia del Partido Republicano simplemente no están dispuestos a trabajar para él.
De Texas a New Hampshire, miembros respetados de las filas profesionales del partido han dicho que no pueden ignorar sus profundas reservas personales y profesionales sobre el probable candidato del partido a la presidencia.
Hay excepciones, pero muchos expertos familiarizados con la mecánica de las campañas temen que aceptar un cheque de Trump pueda ser una mancha en sus currículos, asustar a otros clientes o incluso causar problemas en casa.
También son reacios a dedicar meses a un divisivo candidato cuya campaña se ha visto infestada de luchas internas y desorganización.