Las conversaciones del presidente estadounidense Barack Obama con líderes mundiales en Turquía esta semana han tomado nueva urgencia luego de una serie de sangrientos ataques en París por el Estado Islámico, desatando temores globales sobre el alcance del grupo extremista.
La crisis en Siria, donde el Estado Islámico se ha establecido, estaba ya entre las prioridades de la agenda en la reunión de los 20 principales países industrializados y economías emergentes. Pero la violencia que mató al menos a 129 personas e hirió a 352 va a cambiar drásticamente la dinámica de las con versaciones en Antalya, un balneario a apenas unos pocos kilómetros de la frontera con Siria.
Obama llegó a Turquía el domingo por la mañana en vuelo desde Washington y fue recibido en la pista por funcionarios del gobierno turco y el embajador estadounidense. Iba a discutir los ataques terroristas en una reunión con el presidente turco Tayyip Erdogan antes de iniciar conversaciones con líderes del Grupo de los 20.
El presidente francés Francois Hollande dijo que miembros del Estado Islámico habían lanzado los ataques y el grupo extremista se atribuyó responsabilidad el sábado. La Casa Blanca dijo que no tenía «información que contradiga la conclusión inicial francesa».
No se espera que el itinerario de Obama, que incluye además escalas en Filipinas y Malasia, sea afectado por los ataques terroristas. No había planes inmediatos de cambios en sus planes de viajar a París para una crucial conferencia de dos semanas sobre cambios climáticos, una reunión de líderes mundiales que requerirá una enorme presencia de seguridad.
Se espera que la seguridad sea extremamente elevada en Turquía cuando el G-20 comience dos días de conversaciones en Antalya, donde recientemente fueron detenidos varios presuntos miembros del Estado Islámico
Con información de AP