«Primer premio», dijo el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al solo ver el disfraz que tenía un bebé, quien fue vestido como el sumo pontífice, mientras manejaba un carrito simulando el Papamóvil.
Un niño ganó el concurso que se realiza en la Casa Blanca para conmemorar la noche de Halloween. Un total de 100 pequeños visitaron las instalaciones de la residencia presidencial, para compartir una tarde de muchas golosinas y juegos, junto al primer mandatario norteamericano y su esposa, Michell Obama.
Los más pequeños de la casa llegaron a pedir dulces, como parte de la tradición del «Trick or Treat», que es común para este día.
Criaturas peludas, princesas y hasta la Primera Dama, se encontraban entre los disfraces de los niño, durante la celebración llevada a cabo en el Jardín Sur, que fue convertido en un bosque encantado.
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