Diseñan ciudad de $1.000 millones para desarrollar nuevas tecnologías

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En las áridas llanuras del desierto del sur de Nuevo México, entre el sitio de la primera prueba de la bomba atómica y la frontera entre Estados Unidos y México, una nueva ciudad está emergiendo de entre la arena.

Planificada para una población de 35.000 habitantes, la ciudad exhibirá un moderno distrito financiero en el centro y prolijas hileras de casas en las afueras. Será provista con calles, parques, centros comerciales y una iglesia.

Pero nadie la llamará nunca un hogar.

El proyecto CITE (Center for Innovation, Testing and Evaluation), es un modelo a escala completa de una ciudad estadounidense normal. Sin embargo, será utilizado como una placa de Petri para desarrollar nuevas tecnologías que le darán forma al futuro del ambiente urbano.

El plan de 1.000 millones de dólares, liderado por la firma de telecomunicaciones y tecnología Pegasus Global Holdings, será testigo de 24 kilómetros cuadrados dedicados a ambiciosos experimentos en campos tales como transporte, construcción, comunicación y seguridad.

CITE incluirá zonas especializadas para el desarrollo de nuevas formas de agricultura, energía y tratamiento de aguas. Una red colectora de datos subterránea proporcionará retroalimentación detallada en tiempo real.

Sin una población humana por la que haya que preocuparse, las posibilidades de desarrollo son infinitas.

Después de ser propuesto en el 2011, el proyecto CITE luchó para encontrar tierras adecuadas y luego fue archivado por dos años. Un sitio cercano a la montañas Organ les fue negado cuando el presidente Obama lo declaró parte de un Monumento Nacional.

Pero una nueva ubicación ha sido elegida, y luego de la espera de la emisión de las licencias comerciales, el trabajo puede comenzar. Los constructores estarán en el lugar este año y la ciudad podría estar en funcionamiento a partir del 2018.

Con información de CNN