Las celebraciones del Día de la Independencia en Brasil fueron marcadas por el blindaje a la presidenta, Dilma Rousseff, durante los actos en la capital, Brasilia, y los focos de manifestaciones aisladas que sin la fuerza de otras protestas anteriores intentaron ganar cierta visibilidad.
Rousseff, en el Rolls Royce oficial abierto y vistiendo la banda presidencial, encabezó el desfile militar en Brasilia y después de recorrer dos kilómetros participó de los actos preparados por las Fuerzas Armadas. EFE