Bonanza tecnológica dispara el interés por clases de programación

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Teresa Bouza

San Francisco (EEUU), 6 ago (EFE).- La bonanza que vive el sector tecnológico ha disparado el interés en las clases de programación en EEUU, en las que cada vez más jóvenes ven un trampolín hacia un área en la que abundan los trabajos bien pagados.

Glassdoor, un sitio de empleo en línea, ofrece una lista, tan solo en el área de San Francisco (California), más de 23.000 ofertas de empleo para programadores, cuyo salario medio base ronda los 100.000 dólares anuales.

San Francisco es, junto con el contiguo Silicon Valley, el epicentro de la revolución tecnológica en marcha y, también, la ciudad con una mayor concentración de escuelas de programación como Galvanize o General Assembly.

Esas escuelas ofrecen los que han bautizado como «boot camps», campos de entrenamiento para aspirantes a programadores web, que en el caso de Galvanize duran 24 semanas, frente a las 11 semanas de media en los otros centros.

El precio de los cursos de Galvanize, que acepta solo alrededor del 20 % de los solicitantes, supera también al resto de academias, con un coste de 21.000 dólares por las clases de programación web, frente a la media de 11.000 dólares, según publicó recientemente el diario The New York Times.

Shauna Causey, vicepresidenta de Galvanize, explicó a Efe que lo que diferencia a su academia, que tiene varios centros en tres estados del país, son los vínculos que establece entre grandes compañías tecnológicas como IBM y nuevas empresas tecnológicas y sus estudiantes, cuya media de edad ronda los 29 años.

«Nuestros campus son centros de aprendizaje en los que conectamos a los estudiantes con empresas que están buscando personas con el perfil que ellos tienen», afirmó Causey, quien aseguró que un 98 % de los estudiantes que se gradúan del curso de programación web encuentran un trabajo a tiempo completo menos de seis meses después.

En total, las academias de programación formarán a unos 16.000 estudiantes este año, más del doble de los 6.740 del año pasado, según los datos de la firma Course Report.

Galvanize, que formó a 50 estudiantes en el año 2013, planea entrenar este año a unos 500.

A la creciente oferta de las academias que requieren presencia física se suma la igualmente creciente oferta en línea, que lideran sitios como Codecademy, una plataforma interactiva que ofrece cursos gratuitos en ocho lenguajes de programación distintos.

Codecademy, que ha recibido críticas positivas de diarios como The New York Times o el sitio especializado TechCrunch, ha ayudado a entrenar a más de 24 millones de usuarios, que han completado más de 100 millones de ejercicios.

Organizaciones sin ánimo de lucro como Code.org tienen también campañas para enseñar a programar, sobre todo a los más jóvenes.

La organización lanzó en diciembre del año pasado la iniciativa «Hour of Code» (Hora de Programación), a la que se sumaron numerosas empresas y que busca despertar en los niños el interés por la programación.

Gigantes tecnológicos como Apple secundaron la idea al ofrecer clases gratuitas de programación para niños el pasado 4 de diciembre en alrededor de 500 de sus tiendas en todo el mundo.

No faltan tampoco los proyectos para fomentar la diversidad en un mundo en el que escasean las mujeres y las minorías.

Sólo un 18 % de los graduados en informática en EEUU son mujeres, un dato muy inferior al 37 % registrado en la década de los 80 y que propicia el dominio masculino en mecas tecnológicas como Silicon Valley.

Para acabar con ese desequilibrio, la empresa tecnológica Google lanzó el año pasado el programa «Made with Code» (Hecho con código), que busca enseñar a programar a millones de niñas en Estados Unidos.

Hackbright Academy y Girl Develop It son otras dos organizaciones que se concentran también en mejorar la participación femenina.

Mientras, las academias de programación han logrado que un 35 % de los estudiantes que se gradúan de sus programas sean mujeres, por encima de las tasas que se registran en las universidades del país. EFE